lunes, 28 de junio de 2010

Ser entusiasta como Don Bosco


Bien dicen que el entusiasmo de una persona radica en la actitud que tiene al enfrentar la vida misma en TODOS los aspectos y escenarios que la misma le presenta. Desde los quehaceres del hogar hasta la rutina laboral de todos los y las personas unidas en Cristo.

Sin duda alguna, Don Bosco fue una persona entusiasta en todos los aspectos de su vida. Empezando desde su niñez, donde le enseñaba a sus amigos el catecismo, y aunque a veces llegaba a su casa golpeado después de tantos juegos, le decía a su mamá cuando ella lo regañaba: "Cuando están conmigo se portan mejor"; hasta llegar a decirle SÍ a Dios a través del sacerdocio. Una persona alegre es una persona entusiasta y Don Bosco se preocupó porque todos los jóvenes encontraran en la alegría, la santidad. "La Santidad consiste en estar siempre alegre", decía. Sus risas, bromas y enseñanzas iban siempre acompañadas por una sonrisa.

Se iba con los presos de paseo (que le dieran permiso para esto fue un gran logro. Alcanzado con alegría y entusiasmo puesto que Don Bosco siempre inspiraba confianza); fundó la sociedad de la alegría; logró que se publicaran las cartas católicas (una iniciativa de Don Bosco) y posteriormente el boletín salesiano... hasta fue gran amigo del Papa y del Rey. ¿Cuánta alegría y entusiasmo tenía Don Bosco? Es increíble todo lo que logró.

Dediquemos un poco de nuestro tiempo para pensar cuánta alegría y entusiasmo podemos nosotros derrochar a la humanidad, empezando desde nuestro propio mundo. Es decir, nuestra casa, nuestros amigos y donde más cuesta: En el trabajo. "Al señor le agrada que le sirvan con gusto, porque haciéndolo con ALEGRÍA y de corazón, se ama más a Dios", dice una de sus máximas. Claro que sí, de esta manera nos acercaremos más a Dios y así lograr una sintonía sin ruidos para la salvación de nuestra alma y la de los demás. Especialmente la de los jóvenes más pobres y necesitados.

Siendo nosotros parte del sueño de Don Bosco, debemos de lograr que prevalezca la alegría, el entusiasmo y el amor en nuestras actividades.

EL COMPROMISO EN LA VOCACIÓN SALESIANA CONSISTE EN SER ENTUSIASTAS Y RESPONSABLES, JUNTOS CONTINUANDO LA VOCACIÓN DE DON BOSCO POR LOS JÓVENES.

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